martes, 2 de febrero de 2010

Reportaje de Interviú: denuncian que se puede desamparar a las mascotas en la perrera municipal

Una asociación defensora de animales (APATA) de la localidad toledana de Talavera de la Reina ha denunciado que en su municipio se abandona sin miramiento a los animales domésticos dejándolos en unas jaulas instaladas por el Ayuntamiento. Unos mil perros se sacrifican anualmente en el municipio.



Hay un lugar donde desprenderte de un perro, o un animal incómodo o del que estás aburrido, o que te abruma porque está enfermo, no es problema. Hay un lugar, en una carretera, donde la gente llega con su mascota, la mete en una jaula y no se sabe nunca más de ellos. En ese lugar, costeado con dinero público, se mata cada año a mil animales. Hablamos de la perrera municipal de Talavera de la Reina (Toledo). La Asociación Protectora de Animales (Apata) ha denunciado la situación de grave maltrato para los animales que quedan allí abandonados, bajo aparente tutela.En octubre, miembros de Apata se encontraron dos perros muertos en una jaula del centro de acogida de animales. En su escrito de denuncia, el secretario de Apata, Celestino de la Torre, relata que “dentro de la jaula exterior del centro de acogida de animales de Talavera, de libre acceso a cualquier ciudadano, había cinco perros grandes, dos perros pequeños muertos y un perro pequeño que estaba siendo amedrentado por los perros grandes”. Apata realizó también varias fotografías que acompañan a este reportaje y que aportó en sus denuncias para demostrar gráficamente la situación de la jaula de esta perrera municipal inaugurada en verano del pasado año. Tras las denuncias presentadas en la Delegación del Gobierno y en las instancias autonómicas, la Concejalía de Sanidad de Talavera, de la que depende el centro de recogida de animales, inició varias obras de acondicionamiento y dividió en tres partes la jaula de entrega, donde cualquier particular puede llegar y abandonar a sus perros y gatos sin identificarse. El problema, lejos de solucionarse, ha parecido dividir aún más a la clase política talaverana y a los defensores de los animales, que han mostrado su rechazo a las jaulas donde cualquiera puede dejar de manera anónima a su mascota. José María Domínguez, representante de Izquierda Unida en el municipio, opina que el centro es “en realidad un vertedero de animales, porque la gente puede dejar juntos a los sanos y los enfermos, hembras con machos y grandes con pequeños. En Talavera debería haber un registro y censo de animales; ahora no existe, ni servicio veterinario propio. Para nosotros, ese lugar es un campo de exterminio en el que se sacrifican unos mil perros al año, porque el centro no solo da servicio a Talavera, sino también al resto de la comarca”. Estas instalaciones municipales, de 12.000 metros cuadrados y en cuya construcción se invirtieron 600.000 euros, disponen de 34 jaulas. Además de las jaulas exteriores, el centro cuenta con dos amplios corrales solo techados en parte. Talavera tiene unos 90.000 habitantes y los pueblos de la comarca suman otros 70.000.Tras ser inspeccionado el centro por la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha, Maribel Gil (PSOE), concejala de Sanidad de Talavera, se muestra confiada: “Tenemos la convicción de que no nos van a sancionar”. Por su parte, Celestino de La Torre, secretario de Apata, explica: “Cuando detectamos el problema, nos pusimos en contacto con la Delegación del Gobierno y la Junta. El Ayuntamiento hizo esas tres jaulas y puso carteles, pero nos parece poco, porque así facilita a particulares que introduzcan y recojan animales indiscriminadamente de estas jaulas. Es un supermercado de perros, aquí llegas y puedes dejar o llevarte y nadie te pregunta nada. Pedimos que se eliminen las jaulas y que haya horarios más flexibles y amplios, y que nadie pueda abandonar un perro sin ser identificado, porque de esta manera anónima se fomenta el abandono”. El problema es que en Talavera de la Reina se recogen unos mil animales al año, que se sacrifican si no son adoptados. Muchos cazadores dejan a sus perros a finales de febrero, cuando termina la temporada. Apata está en contra de los sacrificios: “Solo es un problema de presupuesto, que es un mínimo en el dinero municipal”, dice Celestino de la Torre. “Se elaboró una legislación específica en junio para la gestión del centro y escuchamos a todo el mundo –explica la concejala Gil–. El problema es que nos traen perros desde Madrid, Barcelona e incluso Portugal y antes no cobrábamos nada a la gente por sacrificar su animal enfermo, pero ahora, para no ser desleales con las clínicas veterinarias, cobramos un precio similar. Los cadáveres se los lleva una empresa llamada Trasega, que los incinera. Nuestra página web incluso facilita la adopción”. Y añade que la única crítica razonable “es la de ampliación de horario, que sí creemos que dos horas diarias son pocas, pero habrá que estudiar cómo lo hacemos y con qué presupuesto, porque lo cierto es que no tenemos personal. Pero el Ayuntamiento no es una protectora de animales, lo que da es un servicio municipal de recogida. Lo hacemos porque si no estarían deambulando por las carreteras, con el peligro que conlleva, e intentamos buscarles un hogar”. Las denuncias de Apata también ha provocado la reacción de la oposición municipal. María Ángeles Núñez, concejala del PP, comenta: “Cuando inauguraron el centro, nos pareció que la inversión había sido excelente, que era bueno para el municipio; pero claro, si no se gestiona bien, no sirve para nada. Propusimos diez enmiendas al reglamento y nos negamos siempre a la instalación de una jaula exterior porque no tenían tolvas para comer y el agua estaba en cazos que si tiraban se quedaban sin ella. La concejala se comprometió a arreglarlo y así lo hizo cuando dividió la jaula en tres. Nos gustaría que contrataran a una persona para el fin de semana, que eliminen definitivamente las jaulas, y que haya una intervención activa de las protectoras y un veterinario municipal propio, que en esta localidad tan ganadera no existe”.

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